Incontinencia urinaria

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Incontinencia UrinariaLa incontinencia urinaria: una incomodidad evitable

Implicaciones de la incontinencia urinaria en la práctica de las terapias naturales

La incontinencia urinaria afecta a un gran número de personas, cifra que va en aumento a medida que progresamos en esperanza de vida. Por circunstancias fisiológicas y sociales, las personas que más acusan los problemas de incontinencia urinaria son las mujeres. Por suerte, se empieza a tomar conciencia de que es un problema frecuente y que no tiene que ocultarse ni ser sufrido sin medida paliativa alguna. En las consultas no es una causa frecuente de queja, a no ser que se relacione con otras molestias simultáneas como en caso de una infección urinaria. La incontinencia urinaria, incluso cuando no sea un caso fisiopatológicamente grave, resulta incómoda, interrumpe el descanso nocturno, interfiere en la vida social y laboral, y obliga a una higiene extrema.

Gracias a nuevas consideraciones en las terapias naturales el profesional de la salud natural puede ayudar a que sus clientes vivan con más confianza y tranquilidad.

¿Qué es la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina durante el día o la noche. Puede estar relacionada con condiciones médicas como infecciones urinarias, problemas neurológicos, fístulas, traumatismos, neoplasias o cirugías. Existen diferentes tipos de incontinencia, como la de urgencia o la relacionada con problemas neurológicos.

En muchos casos, la incontinencia urinaria está asociada con el envejecimiento, el estrés o el debilitamiento de los tejidos de la vejiga, los esfínteres, la uretra o el suelo pélvico. Esto puede causar pérdidas de orina al realizar actividades como levantar peso, correr, toser o reírse. Además, aguantar la necesidad de orinar durante mucho tiempo puede debilitar los músculos del suelo pélvico y el control del esfínter.

Algunas mujeres pueden desarrollar incontinencia urinaria debido a largos periodos sin poder ir al baño, como en trabajos donde no pueden tomar descansos frecuentes. Durante el embarazo y el parto, la presión sobre la vejiga puede causar incontinencia urinaria. Los cambios hormonales cerca de la menopausia, como la disminución de estrógeno y testosterona, también pueden contribuir a la incontinencia urinaria.

En resumen, la incontinencia urinaria puede ser causada por diversos factores, incluyendo el debilitamiento de los tejidos, el envejecimiento, el estrés y los cambios hormonales. Es importante buscar atención médica para realizar un diagnóstico adecuado y determinar el tratamiento más adecuado para cada caso.

La incontinencia urinaria en cifras

En el mundo aproximadamente unos 50 millones de personas sufren incontinencia urinaria, en España se calcula en torno a los 2,5 millones, sin embargo los datos no son muy exactos pues diversos factores dificultan su estimación, entre ellos, un cierto ocultismo del problema, como apuntábamos más arriba.

La mayor prevalencia está en mujeres, y aumenta en relación con la edad, la menopausia y el número (y tipo) de partos. La edad de inicio de la incontinencia se encuentra entre los 30 y 50 años. El número de casos es mayor en las mujeres que han dado a luz vía vaginal.

Un estudio realizado en Dinamarca confirma que no influye tanto el número de partos como el tipo y el mismo: se estudiaron 6.240 mujeres entre 20 y 59 años y se obtuvieron los siguientes datos como factores de riesgo de padecer incontinencia:

  • Edad de 40 o más años en el momento del segundo parto.
  • Incontinencia urinaria inmediata después del parto.
  • Incontinencia urinaria durante la gestación.
  • Episiotomía y sutura.

“La incontinencia es más frecuente en mujeres, y aumenta con la edad el número de embarazos y tipos de partos, y con la menopausia”

Ayudas nutricionales

En los últimos años se ha trabajado con el extracto de semillas de calabaza (Cucurbita pepo). Las semillas de calabaza son bien conocidas por la terapéutica tradicional herbaria en nuestro país por sus propiedades antihelmínticas principalmente frente a las lombrices de los niños. Los estudios más recientes nos demuestran unos ingredientes activos como ácidos grasos esenciales, aminoácidos, fitosteroles (como el betasitosterol), minerales y vitaminas, entre otros.

Las semillas de calabaza tienen efectivamente numerosas virtudes entre las que señalamos su acción sobre la hiperplasia benigna de próstata y su efecto antihelmíntico. Pero vamos a centrarnos en su acción beneficiosa sobre el tema de este trabajo.

De estas semillas se pueden conseguir dos fracciones: una lipídica o apolar, y una no lipídica o polar. Se ha aislado la fracción no lipídica y se ha estandarizado, observándose que la presencia de lignanos en su composición puede mejorar la actividad enzimática en las mujeres y mejorar la salud del sistema urinario ya que demuestran actividad fitoestrogénica al unirse a receptores específicos para estrógenos. Estudios realizados in vitro parecen demostrar que este extracto de semillas de calabaza también puede modular la enzima aromatasa que cataliza la conversión de testosterona en estradiol en las mujeres, aumentando los niveles de testosterona y asegurando la fortaleza del suelo pélvico.

Sin embargo, los extractos lipídicos no parecen ser útiles en la incontinencia urinaria, aunque contengan esteroles, pues su biodisponibilidad no es adecuada.

Estudios con EFLA® 940

Para realizar los ensayos en mujeres de más de 45 años de edad se ha utilizado un extracto en concreto, el denominado EFLA ® 940, que está libre de lípidos y de ácidos grasos.

Los estudios realizados han demostrado unos resultados relevantes en unas 8 semanas tomando una dosis diaria de 500 mg de EFLA®940:

El número medio de micciones durante la noche se redujo a menos de la mitad al cabo de las 8 semanas de estudio, y el de micciones diurnas se redujo aproximadamente a la mitad, alcanzando frecuencias urinarias más normalizadas; concretamente el número de micciones causadas por incontinencia se redujo a menos de la mitad en las 8 semanas que duró el estudio.

Otras ayudas para evitar o aliviar la incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria es un problema que puede afectar tanto a jóvenes como a adultos. Para prevenirla, es importante adoptar hábitos saludables desde temprana edad y evitar aguantar muchas horas sin orinar. En el caso de la incontinencia nocturna, se aconseja no consumir alimentos o bebidas con alto contenido de agua unas tres horas antes de acostarse. Esto se debe a que interrumpe el sueño y puede tener efectos negativos en el estado de ánimo, como tristeza, irritabilidad y nerviosismo, así como problemas de concentración y memoria.

Además, es recomendable evitar el consumo de cafeína, refrescos de cola y alcohol, ya que estimulan la diuresis y pueden agravar la incontinencia urinaria. El estreñimiento también debe evitarse, ya que puede aumentar la eliminación de líquidos a través de la orina debido a una mayor absorción intestinal de agua.

Algunos suplementos, como el magnesio y la vitamina B6, pueden ayudar en casos de incontinencia urinaria relacionada con aspectos mentales o emocionales. El ejercicio moderado, sin realizar movimientos bruscos o esfuerzos abdominales, es recomendable para fortalecer los músculos del suelo pélvico.

Asimismo, es importante usar ropa adecuada que no sea demasiado ajustada y que brinde protección a la zona abdominal y lumbar. El tabaquismo y los problemas de tos crónica también deben evitarse, ya que ejercen presión sobre la vejiga. Mantener un peso saludable y evitar la obesidad también contribuye a prevenir la incontinencia urinaria.

En resumen, adoptar hábitos saludables desde una edad temprana, evitar aguantar muchas horas sin orinar, moderar el consumo de ciertas sustancias, prevenir el estreñimiento y fortalecer los músculos del suelo pélvico son medidas clave para prevenir la incontinencia urinaria.

En resumen:

  • Restringir la ingestión de líquidos unas horas antes de acostarse
  • Limitar la cafeína, bebidas de cola, alcohol
  • Prevenir el estreñimiento
  • Atender los problemas emocionales o mentales
  • Reducir el estrés
  • Evitar retener las ganas de orinar
  • Moderar los esfuerzos intensos: presión abdominal, deportes, movimientos perjudiciales
  • Controlar la tos crónica
  • Abstenerse de fumar
  • Mantener un peso saludable para prevenir la obesidad
  • Evitar la ropa ajustada
  • Utilizar ropa adecuada que cubra la zona lumbar y abdominal: cuidado con el frío
  • Fortalecer el suelo pélvico mediante ejercicios adecuados
  • Cuidarse durante el embarazo y postparto
Bibliografía

– Manual Merck
– Guía de atención enfermera a pacientes con incontinencia urinaria. Asociación andaluza de enfermería comunitaria. Segunda edición 2004

Fuente de la información:
Laboratorios Lamberts España

1 comentario en «Incontinencia urinaria»

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