Durante el verano nuestros alimentos juegan un papel importante tanto a nivel de nutrientes como para cuidar la figura. La llegada de la estación estival la asociamos con vacaciones, calor y una actitud más alegre.
Pero también, con esa época del año en que la ropa que llevamos marca más las curvas que tiene nuestro cuerpo y que va a poner a la vista todos esos excesos cometidos el resto de los meses del calendario.
Y es ahí cuando nos acordamos de que hemos comido mucho y de que nos queda poco tiempo para solucionarlo. Pretendemos deshacer en un mes lo que hemos estado haciendo durante nueve. Buscamos dietas, cambiamos (generalmente sólo por una temporada) los hábitos alimenticios y los alimentos… ¿Alguna vez hemos pensado lo que le supone al cuerpo este cambio tan drástico? ¿Alguna vez hemos pensado las repercusiones que puede tener en nuestro organismo?
Índice de contenidos
Tipos de alimentos para el verano
Debemos tener clara la diferencia entre un alimento y un nutriente. Los alimentos son cúmulos de nutrientes y estos últimos son lo que verdaderamente sirven a nuestro organismo. Para nosotros un filete con patatas es el alimento, pero para nuestro cuerpo se trata de hidratos de carbono y proteínas, cada uno con una labor distinta.
Las proteínas
Compuestas de aminoácidos, tienen funciones de composición. Forman los músculos, el armazón de los huesos y en general todas las células del cuerpo. Son indispensables por lo tanto para la formación de los tejidos, tanto los nuevos como los que el organismo está reparando.
Es por ese motivo por el cual tras una enfermedad o accidente en los que se requiera una regeneración, éste es el tipo de nutriente más indicado, si bien no deben aislarse de los otros. Las de mejor calidad son las que combinan la mayor cantidad de aminoácidos esenciales.
Pueden ser de origen animal o vegetal. No todas tienen los aminoácidos esenciales (el cuerpo no los puede crear) y combinándolas unas con otras se pueden obtener todos los aminoácidos.
Los hidratos de carbono
Cumplen funciones energéticas. Estos alimentos son el combustible que usa nuestro cuerpo para producir la energía que nos hace movernos. Están compuestos por carbono, oxígeno e hidrógeno y al estar estos últimos en la misma proporción que el agua son llamados hidratos.
Durante la digestión, los hidratos de carbono son sinterizados por distintos fermentos y son degradados en glucosa.
De la misma manera, la glucosa es transformada en grasa en su mayor parte, por eso se dicen que los hidratos de carbono engordan.
Las grasas
También proporcionan al organismo energía. Se almacenan en depósitos de los que el cuerpo extrae cuando lo necesita. También cumple funciones de protección y abrigo y forman parte de gran cantidad de tejidos. Transportan ciertas vitaminas (las liposolubles) y ácidos grasos imprescindibles en la dieta humana.
Alimentos: Los vegetales
Son energéticos, plásticos y reguladores a la vez debido a su amplia variedad. La energía viene dada por sus hidratos de carbono. Estos alimentos también poseen proteínas vegetales y gran cantidad de vitaminas y minerales. Algunos de ellos, especialmente los frutos secos, dan además un aporte de grasa.
Alimentos: Las frutas
Poseen gran cantidad de azúcares, minerales y vitaminas, si bien su aporte calórico es muy pequeño a excepción del plátano y las uvas, entre otros. Las manzanas y peras contienen más fructosa que glucosa y todas ellas tienen pequeña cantidad de sacarosa.
Cabe destacar que la fructosa (también llamada levulosa) es un azúcar que no necesita insulina para su metabolización, por lo que es tolerada por los diabéticos.
Alimentos: Los cereales
Son un grupo con gran cantidad de calorías debido a su composición de hidratos de carbono, teniendo muy poca cantidad de grasa. Son ricos en vitaminas y minerales. Normalmente se piensa que los cereales integrales son mejores que los refinados, sin embargo conviene hacer una aclaración.
Si los cereales integrales son de cultivo biológico o ecológico (no son trasgénicos ni han sido tratados con fertilizantes ni pesticidas) efectivamente son más completos y sanos que los refinados. Sin embargo, si no son procedentes de este tipo de agricultura limpia, debemos tener en cuenta que al consumirlos integrales también estamos consumiendo los restos de estos productos químicos.
El proceso de refinamiento acaba con muchas de las propiedades nutritivas de los cereales, pero también con gran cantidad de los pesticidas. Por ello debemos prestar especial atención en consumir cereales integrales de cultivo ecológico.
Antes de empezar una dieta y escoger los alimentos
Cuando decidimos ponernos a dieta para bajar unos kilos rara vez caemos en al cuenta del estado del organismo. Una dieta equilibrada evita la inclusión de nuevos tóxicos en el cuerpo, pero ¿qué pasa con los tóxicos que ya tenemos?
Las grasas almacenan tóxicos que evitan que éstos circulen libremente por el cuerpo. Consecuentemente, si a través de una dieta vamos a eliminar grasas, debemos tener en cuenta que ciertos tóxicos comienzan a liberarse. Este es uno de los motivos por los cuales en muchas dietas las personas dicen encontrarse con peor humor, con más dolores o con algún tipo de malestar.
Antes de comenzar una dieta siempre es aconsejable un período de tiempo en el que se combine con una depuración. Dependiendo de los órganos del cuerpo con mayor acumulación o de la alimentación que se haya tenido hasta ese momento, puede ser necesario un proceso centrado en hígado, intestino o riñón.
Soluciones para el verano
Si bien podemos partir de la base de que “somos lo que comemos” y de que “tus alimentos sean tu medicina y tu medicina sean tus alimentos”, en la sociedad actual resulta a veces complicado controlar la dieta hasta el punto de ingerir unas dosis mínimas de tóxicos en los alimentos. Si a eso le añadimos que sería conveniente un estudio personalizado, llegamos a la conclusión de que no existe ninguna dieta ideal.
Podemos servirnos de ciertos productos para complementar una dieta, teniendo en cuenta que esta no debe tener como objetivo primordial bajar de peso. Debe orientarse a una depuración orgánica que elimine los tóxicos. Como consecuencia la disminución de peso se irá dando por sí misma.
Fitoterapia
Contamos con diferentes plantas que producen un efecto depurativo y remineralizante. Se debe prestar especial atención al uso de laxantes y diuréticos ya que pueden producir efectos contraproducentes y difíciles de equilibrar.
- La Alcachofera funciona como depurativo hepático y tiene acción diurética. También disminuye los niveles de colesterol. Debe evitase su uso en casos de obstrucción de vías biliares, embarazo y lactancia. En ciertas ocasiones puede producir náuseas y vómitos.
- El Diente de León es un laxante suave con acción diurética. Tiene también una función hipoglucemeante suave. También está contraindicado en obstrucción de vías biliares y empiema (concentración de pus) biliar. La planta fresca puede producir dermatitis de contacto.
- El Lino es un laxante mecánico, suavizante e hipoglucemeante. Tiene una acción especial sobre la acumulación de grasas. Se debe evitar su uso en obstrucción intestinal y abdomen agudo así como en diabetes. Puede interferir la acción de ciertos medicamentos. Debe tomarse con abundante agua.
- El alga Fucus está indicada en casos de hipotiroidismo ya que estimula esta glándula. Posee un efecto remineralizante, diurético y da sensación de saciedad. Contraindicado en tratamientos con hormonas tiroideas, asiedad e insomnio, hipertensión arterial y cardiopatías.
- El Glucomanano provoca también una sensación de saciedad a la vez que retrasa la absorción de lípidos y glúcidos. Es también laxante y suavizante de las mucosas gastrointestinales. Se debe evitar su uso en estenosis pilórica y esofágica.