Los betaglucanos son una forma natural de fibra dietética soluble presente en algunos alimentos, como cereales (p.ej.: cebada, avena y salvado de maíz) y hongos (p.ej.: maitake, reishi y shiitake). Un hecho interesante es que una de las fuentes más ricas y con mayor concentración de betaglucanos de la naturaleza son las paredes celulares de la levadura de pan (Saccharomyces cerevisiae).
Están disponibles en varias presentaciones como complementos alimenticios. Los fabricantes extraen los compuestos clave de la parte soluble de alimentos con fibra o de la levadura de pan y luego eliminan todas las grasas y las proteínas para refinar y purificar el extracto.
Básicamente, el beta-1.3 glucano es una forma altamente purificada ele un producto alimentario.
Betaglucanos y el sistema inmunológico
Los betaglucanos son unas sustancias que, según la EFSA, contribuyen a disminuir el nivel de colesterol en la sangre y, por tanto, a prevenir las enfermedades del corazón. Para obtener estos beneficios, se recomienda consumir al menos 3 gramos de betaglucanos al día, dentro de una alimentación variada y equilibrada.
Los betaglucanos se pueden encontrar en algunos alimentos o en suplementos dietéticos. Al llegar al intestino grueso, los betaglucanos activan de forma suave y equilibrada el sistema inmunitario, potenciando la acción de los fagocitos (un tipo de glóbulos blancos que se encargan de eliminar sustancias extrañas, como hongos, virus, parásitos y bacterias).
De esta forma, ayudan a evitar una respuesta inmune excesiva que puede provocar alergias o enfermedades autoinmunes. Además, los betaglucanos son polímeros de glucosa que favorecen el crecimiento de ciertas cepas probióticas en el intestino, que son beneficiosas para nuestra salud, y mejoran el perfil de lípidos en la sangre.
Conclusiones
En resumen, los betaglucanos son un complemento alimenticio seguro y muy potente con un efecto sistémico que puede describirse como una estimulación inespecífica del sistema inmunitario, combinada con una actividad de eliminación de los radicales libres.
Además, su capacidad para modular la respuesta inmunitaria contribuye a reducir la inflamación crónica y fortalecer las defensas del organismo frente a infecciones y patógenos, ofreciendo así un apoyo integral para la salud.