La Candida albicans es una levadura que normalmente se encuentra en mucosas y piel.
Solo causa problemas cuando las condiciones son favorables para su crecimiento descontrolado o si el sistema de defensa del organismo no puede mantenerlo bajo control.
Las infecciones por Candida, conocidas como candidiasis, pueden ocurrir en diferentes áreas del cuerpo, como uñas, pliegues de la piel, zona perianal, boca, comisuras de los labios y mucosas genitales.
Las infecciones locales por Candida se caracterizan por lesiones similares a eczema, rojizas, con exudación y picor intenso.
En los últimos años, se ha observado un aumento en las infecciones por Candida en localizaciones menos habituales, como el intestino y el sistema respiratorio.
Estas infecciones pueden tener consecuencias significativas, ya que alteran el equilibrio de la flora protectora y el sistema inmunológico del organismo.
Es importante realizar un diagnóstico adecuado y un tratamiento adecuado para estas infecciones.
Índice de contenidos
Recurrencia de la candida albicans
El abordaje terapéutico medicamentoso habitual de las infecciones por cándida es el uso de antimicóticos del tipo nistatina y los imidazoles.
Se observa que las candidiasis son en la mayoría de los casos recurrentes, es decir, se repiten con cierta frecuencia en la misma persona.
Este hecho nos debe hacer pensar que haya ciertos factores que debemos cuidar para evitar la recurrencia. Entre estos factores hay factores dietéticos, higiénicos y medicamentosos.
No es extraño, y esto lo saben muchas mujeres por experiencia, que tras un tratamiento antibiótico clásico para una cistitis, por ejemplo, sobrevenga una vulvovaginitis por cándida, con dolor, picor, leucorrea e incomodidad intensa.
Se establece fácilmente un círculo vicioso entre infección microbiana y micótica (por hongos / levaduras) que es necesario romper para obtener éxito.
Así mismo los tratamientos hormonales con progesterona o anticonceptivos, pueden acentuar o desencadenar el problema sobre todo si se han visto asociados en el tiempo a los antibióticos clásicos.
El cambio hormonal en sí mismo puede de hecho ser un factor desencadenante de un aumento de cándida.
Complicaciones de la candidiasis
En los últimos años, hemos apreciado en las consultas de los profesionales de las terapias naturales un incremento de afecciones relacionadas directa e indirectamente con las infecciones por cándida, pues ocurre que se forma un cóctel patológico difícil de tratar que nos despista si no conocemos y entendemos bien el funcionamiento integral del organismo.
Podemos nombrar, como ejemplos, casos de:
- Fibromialgia, Síndrome de fatiga crónica, Debilidad, Estreñimiento pertinaz, Hinchazón abdominal, Flatulencia, Dolores articulares y musculares, Cefaleas que no responden a ningún tratamiento, Asma, Alergias, Intolerancias alimentarias, Menopausias precoces o muy sintomáticas, Depresión, Disminución de la capacidad de concentración y de la memoria, Mayor sensibilidad a afecciones respiratorias, Problemas visuales
En general, no debemos perder de vista que estas complicaciones van a aparecer cuando la cándida crece más de lo debido en el intestino, pues desde allí va a crear toda una serie de problemas metabólicos y fisiológicos que desequilibran el sistema orgánico en conjunto.
Muchos casos complicados en las consultas son antiguos casos de candidiasis.
A continuación vamos a presentar algunas de las propuestas fitoterapéuticas, dietéticas y nutricionales que podemos emplear en la lucha contra las cándidas contemplando además las incomodidades digestivas asociadas, si bien aparecen de forma resumida por la extensión del trabajo.
La naturaleza a nuestro favor
Los aceites esenciales presentes en ciertos vegetales, como la corteza de canela, la hoja de olivo, la semilla de hinojo y el aceite de cardamomo, tienen propiedades antimicóticas, antibacterianas y beneficiosas para la digestión.
Estas sustancias son principios activos con una acción potente a dosis bajas.
- El aceite de canela, presente en la corteza de canela, es recomendado en casos de infecciones por cándida debido a sus propiedades antimicóticas y antibacterianas. Se recomienda una dosis de 7.500 mg de corteza de canela o 1.500 mg de un extracto estandarizado (e.e.).
- El extracto de hoja de olivo tiene efecto antiinfeccioso sobre la cándida debido a sus glucósidos. La dosis recomendada es de 1.600 mg o 400 mg de un e.e.
- El extracto de semilla de hinojo alivia la dispepsia, la flatulencia y la indigestión, y se cree que tiene efectos antimicrobianos. La dosis recomendada es de 800 mg o 200 mg de un e.e.
- El aceite de cardamomo, obtenido del fruto de una planta exótica, beneficia al sistema digestivo, especialmente en casos de gases, flatulencia y dispepsia. Se recomienda una dosis de 200 mg.
Estos aceites esenciales también actúan directamente sobre las funciones digestivas, lo cual es beneficioso al tratar las molestias intestinales causadas por la infección por cándida.
El reajuste nutricional
Es muy importante en los casos de candida albicans realizar cambios dietéticos y alimentarios que promuevan la salubridad intestinal.
Así evitar aquellos alimentos que «nutren» a la cándida como hidratos de carbono rápidos y derivados, levaduras, alimentos fermentados y carnes procesadas, en general.
Algunos alimentos que se suelen restringir son:
Cereales, Azúcar, Dulces, Bollería, Mermeladas, Refrescos, Pasta, Patatas, Arroz, Pan, Setas, Remolacha, Productos fermentados, Vinagre, Vino, Alcohol, Leche y derivados lácteos, Frutas.
No obstante, cada caso debe ser examinado individualmente porque se han podido desarrollar intolerancias alimentarias que es necesario tratar (además de eliminar la cándida en exceso), pues estas intolerancias pueden ser a alimentos y/o a nutrientes concretos, y el estado nutricional de la persona puede ser bastante pobre si simplemente se eliminan de la dieta los alimentos que producen intolerancia.
No debemos olvidar que un ecosistema intestinal fuerte nos ayuda a mantener la población de candida en niveles seguros. Ciertos suplementos nos ayudan a mejorar la situación si ya hay problemas, al ayudar al intestino y la nutrición general: así es aconsejable el uso de probióticos y prebióticos, entre otros, como vemos a continuación:
- Sistema gastrointestinal: FOS, el uso de fructooligosacáridos es importante pues al mismo tiempo que estimula el crecimiento de bifidobacterias beneficiosas tenemos la opción de endulzar los alimentos sin aportar hidratos de carbono absorbibles. Lactobacilos y bifidobacterias para mantener la flora intestinal beneficiosa.
- L-glutamina para restaurar la permeabilidad intestinal.
- Sistema inmunitario: equinácea, caprílico, coriolus, cobre, selenio, manganeso.
- Sistema hepatobiliar: cardo mariano, alcachofa, desmodium, diente de león, azufre.
- Suplementación de vitaminas y minerales, suplementación antioxidante.
No debemos olvidar el atender a las manifestaciones concretas y así preparar unas recomendaciones terapéuticas adecuadas, por ejemplo, en casos de dolores musculares, estrés, cansancio y valorar todo aquello que pueda estar interviniendo, ya que cualquier disminución de las defensas por la razón que sea puede provocar el aumento de la cándida.
El tratamiento de las infecciones por cándida es difícil y requiere paciencia y buen hacer por parte del profesional de la salud, así como conseguir la colaboración de la persona afectada.
Bibliografía:
Gran Enciclopedia de las Plantas Medicinales, Dr. Berdonces i Serra
Lorite Ayán, N. Biloba. Curso de Especialización en Ginecología
Lorite Ayán, N. Biloba. Curso de Especialización en Síndrome de Fatiga Crónica
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