El aceite de hígado de tiburón

El Aceite de hígado de tiburón
El Aceite de hígado de tiburón

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¿Qué es el Aceite de Hígado de Tiburón?

El aceite de hígado de tiburón es un remedio popular para promover la curación de heridas y como un remedio para problemas del tracto respiratorio y digestivo. Desde hace siglos se sabe que el hígado de ciertos tiburones representa el 25% de su peso, y que de él se obtiene un aceite que ya en el siglo XVIII era utilizado por los pescadores debido a sus numerosas propiedades beneficiosas tanto para la piel como para el resto del organismo por aportar vitalidad y mejorar la resistencia frente agresiones.

En la actualidad las industrias alimenticias, farmacéuticas y cosméticas han estudiado su composición y los múltiples beneficios que ésta puede aportar a la dieta. El aceite de hígado de tiburón se caracteriza por su contenido en alquilgliceroles (más de un 20%) y por su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados omega 3. También aporta otras sustancias como el escualeno y las vitaminas liposolubles A, D y E.

Debido a esta composición el aceite de hígado de tiburón fortalece el sistema inmunitario, promueve la salud cardiovascular y aporta a nuestro organismo una máxima protección frente al estrés oxidativo.

¿Qué son los Alquilgliceroles?

Los alquilgliceroles también son conocidos como alcoxi gliceroles o éteres lípidos y presentan numerosas funciones biológicas, aunque los mecanismos de acción son todavía hipotéticos. Algunos científicos sugieren que juegan un papel importante en la modulación del sistema inmune (en la producción de las células sanguíneas y en particular de aquellas implicadas en el sistema inmunitario).

Los alquilgliceroles del aceite de hígado de tiburón fueron identificados por investigadores japoneses en 1922. Posteriormente, en los años 50, fueron científicos suecos quienes continuaron con los estudios clínicos de estas sustancias. Constataron que niños con leucemia que eran tratados con tuétano de hueso de vaca sufrían efectos secundarios menores tras sus tratamientos con radioterapia. Atribuyeron este efecto protector a los Alquilgliceroles que contenía el tuétano.

Los alquilgliceroles se encuentran presentes en la médula ósea humana y en la leche materna. Algunos estudios consideran que hay mil veces más alcoxi glicerol en el aceite de hígado de tiburón que en la leche materna.

Las perlas Actióleos de Aceite de hígado de tiburón contienen un aceite estandarizado en un mínimo de 20% de alquilgliceroles. Cada cápsula de 500 mg de aceite contiene 100 mg de alquilgliceroles.

Ácidos grasos Omega 3

Son ácidos grasos esenciales (el organismo no es capaz de fabricarlos y deben ingerirse con la dieta) que aportan numerosos beneficios sobre el organismo. Así, sobre:

– La salud cardiovascular: mejoran el perfil lipídico y ayudan a mantener en niveles adecuados la tensión arterial.

– La salud mental y desarrollo del sistema nervioso. Algunos estudios sugieren que una suplementación adecuada en ácidos grasos omega 3 permitiría mejorar el comportamiento y las funciones cognitivas.

– La función visual. La retina es particularmente rica en ácidos grasos. Los fosfolípidos de la retina contienen ácidos grasos de los cuales hasta el 50% son DHA.

El Escualeno dentro del Hígado de Tiburón

A principios del siglo XX se descubrió que el hígado de los tiburones contenía una sustancia que les ayudaba a crecer, reproducirse y tener energía en un ambiente pobre en oxígeno. Esta sustancia se bautizó, en honor a los tiburones, como escualeno. Las diferentes investigaciones han encontrado que esta sustancia sirve para mantener el equilibrio de las grasas de la piel así como para favorecer la regeneración celular tras la exposición al sol, viento, contaminación, etc.

Vitaminas que se encuentran en el Aceite de Hígado de Tiburón

  • La vitamina A es necesaria para el crecimiento y desarrollo tanto de los huesos como de las células en general. También contribuye a un buen funcionamiento del sistema inmunitario y actúa como un antioxidante natural frente a los radicales libres.

  • La vitamina E es otro antioxidante incluido en el aceite de hígado de tiburón, y su principal aportación al organismo humano consiste en prevenir daños a las membranas celulares generados por contaminación ambiental, humo del tabaco y pesticidas.

  • La vitamina D interviene en la absorción del calcio y del fósforo en el intestino, y por tanto en el depósito de los mismos en huesos y dientes. Además ayuda a fortalecer el sistema inmunitario.

Se recomienda tomar 2 perlas al día de Acti Óleos Aceite de Hígado de Tiburón, preferentemente con las comidas y con suficiente cantidad de líquido.

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