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El Síndrome X
El Síndrome X es el término utilizado para un grupo de síntomas cuya causa subyacente se considera que es la resistencia a la insulina, un tipo de exceso de glucosa en sangre. El incremento en el consumo de alimentos con elevados niveles de azúcar y grasas de las dietas occidentales, una historia familiar de desequilibrio en los niveles de azúcar en sangre, el sobrepeso y un estilo de vida sedentario son todos ellos factores que pueden provocar este síndrome.
La afección normalmente está caracterizada por la presencia de dos o más de los siguientes seis síntomas: Obesidad, intolerancia a la glucosa, hiperinsulinemia, triglicéridos elevados, bajos niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), presión sanguínea elevada.
Debido a que el Síndrome X es un desorden metabólico en el que los receptores de insulina pierden de forma gradual su sensibilidad a la insulina, provocando la pérdida de la capacidad de la insulina de transportar glucosa hacia el interior de las células para utilizarla como energía, esta afección también se denomina como Síndrome Metabólico.
Con el paso del tiempo el páncreas secreta más y más insulina en un esfuerzo por intentar controlar los niveles de azúcar sanguíneos lo que termina generando niveles anormalmente elevados de insulina. Se sabe que la presencia de un exceso de insulina en la sangre altera la circulación sanguínea y esto podría incrementar el riesgo de hipertensión, enfermedad cardíaca coronaria e infarto.
Carbohidratos de bajo índice glicémico: Beneficios para el control del azúcar sanguíneo
Algunos nutricionistas recomiendan comer carbohidratos con bajo índice glicémico. Como parte de una dieta saludable para ayudar a prevenir y controlar los desórdenes de desequilibrios en el control del azúcar sanguíneo. El índice glicémico clasifica los alimentos según la forma en que afectan a los niveles de azúcar en sangre.
Los carbohidratos con un índice glicémico elevado son rápidamente digeridos lo que hace que el nivel de azúcar sanguíneo (glucemia) incrementa rápidamente y el arroz blanco y otros alimentos procesados y refinados podría conducir a unos niveles continuamente elevados de insulina. Los carbohidratos de bajo índice glicémico, al contrario, liberan azúcar de forma más paulatina, ocasionando una menor respuesta insulínica. Ejemplos de carbohidratos de bajo índice glicémico son las legumbres, los cereales integrales y las verduras.
Junto con una dieta adecuada y el ejercicio físico, también hay suplementos que pueden ser útiles a la hora de ayudar al organismo a utilizar la insulina de forma más efectiva. y, como respuesta, aumentan los niveles de insulina. Se cree que el consumo actual de de alimentos con alto índice glicémico como el
Ácido Alfa Lipoico
El ácido alfa lipoico, también conocido como ácido tióctico, ha adquirido renombre como antioxidante. Ideal al ser activo tanto en los ambientes acuosos como lipídicos de las células. También tiene el potencial de regenerar otros antioxidantes como las vitaminas C y E.
Las investigaciones han mostrado que el ácido alfa lipoico podría tener otros efectos sobre la salud como activar la cascada de señalización celular de la insulina y, de esta manera, participa en el control de la glucemia. Estudios en individuos con desequilibrios en el azúcar sanguíneo indican que el ácido alfa lipoico podría mejorar la captación de glucosa al mejorar la sensibilidad a la insulina.
Se cree que la alteración del control del azúcar sanguíneo daña a los capilares sanguíneos, aspecto que podría restringir el flujo sanguíneo y que a su vez aumenta el riesgo de enfermedad vascular. En un estudio con pacientes afectados por síndrome metabólico, la suplementación con ácido alfa lipoico mejoró la dilatación de los vasos sanguíneos un 44% respecto al placebo.
La dosis recomendada oscila entre 150 y 500 mg diarios.
Canela contra el síndrome x
Esta especia es ampliamente conocida como ingrediente culinario y tradicionalmente se ha utilizado en fitoterapia para tratar desórdenes digestivos.
Durante la última década se descubrió un nuevo uso potencial para la canela. Cuando los científicos evaluaron los efectos de varios alimentos sobre los niveles de azúcar en sangre. Uno de esos alimentos era el pastel de manzana, del que se esperaba que tuviera efectos desestabilizadores sobre la glucemia. Sorprendentemente, presentó el efecto contrario. Este efecto se atribuyó a la presencia de canela. Varios estudios ya han confirmado que la canela tiene una acción positiva sobre el metabolismo de la glucosa en individuos con desequilibrios en la glucemia.
Los ensayos con canela han mostrado que podría ayudar a activar el receptor de insulina, incrementando la sensibilidad a la insulina. En un estudio realizado en personas con desequilibrio en glucemia, la canela disminuye los niveles de LDL y colesterol total, junto con los niveles de azúcar. Esto sugiere que la canela podría ayudar a reducir los factores de riesgo asociados con la glucemia alterada.
Para obtener una dosis relevante de canela, es necesario utilizar, como mínimo, un extracto estandarizado equivalente a 2.000mg de corteza de canela.
Cromo GTF y Magnesio para mejorar el síndrome x
Se ha observado que la deficiencia de cromo provoca unos síntomas similares a los del Síndrome X. Y que la suplementación con cromo mejora todos estos síntomas. El nivel típicamente utilizado es de 200µg de cromo en forma de Factor de Tolerancia a la glucosa (GTF). La molécula GTF, con frecuencia denominada polinicotinato, incluye niacina y otros tres aminoácidos: glicina, ácido glutámico y cisteína. Potencia la actividad de la insulina y participa en la utilización de la glucosa y en la producción y almacenamiento de glucógeno. Además, aparte de que muchas personas tienen disminuida su capacidad corporal de sintetizar GTF. También nos encontramos con que muchas dietas pueden aportar poco cromo debido al procesamiento de los alimentos y los métodos agrícolas modernos.
De manera similar, unos niveles saludables de magnesio se han relacionado con una mayor sensibilidad a la insulina. Además, el magnesio es un componente de varios enzimas involucrados en la descomposición de la glucosa. El cual actúa como mensajero secundario para la actividad de la insulina a nivel de la membrana celular. Un nivel relevante oscila entre los 300 y 450 mg diarios.
Otros nutrientes que también han mostrado ayudar a mejorar la utilización de la glucosa son: zinc, vitamina C y las vitaminas B1, B3 y B6.
Información facilitada por:
Lamberts España
Redactor de Dietética Online.