La naranja destaca por su elevado contenido en vitaminas A, B y C, y minerales como el calcio, el magnesio, el fósforo y el potasio.
Estimula el sistema inmune, es antioxidante, alcalinizante, anticancerígena, es una excelente fuente de vitaminas, minerales, diversas fibras alimentarias y elementos fitoquímicos.
Sus excelentes valores nutricionales la convierten en un alimento ideal para fortalecer el sistema inmunitario y prevenir todo tipo de enfermedades.
Esta fruta cítrica es un excelente antioxidante que nos ayuda a retrasar el envejecimiento interno y externo y, a su vez, es un depurativo ideal para limpiar el hígado, los riñones y los intestinos.
La combinación particular de sus nutrientes hace a sus virtudes y hacen a la naranja una fuente natural de beneficios que pasamos a enumerar.
Alergias: existe la probabilidad que una de las funciones de la vitamina C, sea la de antagonizar los efectos de la histamina, sustancia que interviene en las reacciones alérgicas.
Por lo tanto aquellas personas que tienen un alto nivel de vitamina C en sangre, presentan un menor riesgo de padecer alergias. Contribuimos a prevenir la aparición del asma bronquial a través del consumo de 4 o 5 piezas de naranjas al día.
Ácido úrico elevado: la naranja es un gran alcalinizante de la sangre, y por lo tanto facilita la disolución y eliminación de los depósitos de ácido úrico de las articulaciones. Las arenillas y los cálculos renales también pueden disolverse parcialmente con las naranjas y los cítricos en general.
Desmineralización: la naranja es el cítrico más rico en calcio, pero además contiene ácido cítrico, favoreciendo la mejor absorción intestinal del calcio. Por otro lado la vitamina C, resulta esencial en el crecimiento de los huesos, dientes y cartílagos.
El consumo de naranja se recomienda en situaciones como la osteoporosis, raquitismo y siempre que exista una carencia de minerales.
Trastornos oculares: las naranjas ricas en carotenoides y demás antioxidantes previenen la degeneración macular de la retina, causa principal de ceguera luego de los 65 años en occidente.
Cáncer: está comprobado tras diferentes estudios que el consumo diario de naranjas y cítricos previenen la aparición de varios tipos de cáncer. Esto se debe a la combinación en un sólo alimento de vitamina C, con acción anticancerígena, elementos fotoquímicos como los flavonoides y los limonoides y además la pectina, fibra soluble que impide la metástasis de las células cancerosas.
Enfermedades infecciosas: según los estudios son necesarias al menos 4 naranjas diarias para ejercer una acción favorable (acortar la duración y aminorar sus síntomas) ante un trastorno infeccioso. Dejamos bien claro que la vitamina C no es capaz de prevenir un resfriado pero sí hacer que no resulte tan molesta cuando se padece.
La naranja:
* aumenta la producción de interferón (proteína que lucha contra los virus)
* dificulta el desarrollo de virus en nuestro organismo
* aumenta la acción de los glóbulos blancos, el número y la vida de los mismos.
Por lo que el consumo diario de naranja está absolutamente recomendado en cualquier enfermedad infecciosa.
Trastornos cardiovasculares, trombosis y arteriosclerosis: los flavonoides potenciados por la vitamina C inhiben la tendencia de las plaquetas sanguíneas a formar coágulos, con lo cual fluidifica y mejora la circulación especialmente en cerebro y corazón.
La vitamina C logra un descenso de la tensión arterial. Al ser antioxidante las naranjas son altamente beneficiosas sobre todas las células de nuestro organismo. Por su parte, la pectina hace descender el nivel de colesterol sanguíneo. Para todos estos trastornos también recomendamos el consumo habitual de naranjas.
Estreñimiento: la naranja estimula el peristaltismo intestinal por efecto de su fibra. Además provoca el vaciamiento de la vesícula biliar, teniendo un efecto laxante en el intestino. Por otro lado también alivia las hemorroides.
Fuente www.zonadiet.com
Naturópata