El cuerpo debe de mantener regulada de forma constante su temperatura en 36´5º ó 37º, porque una pequeña variación de ese valor afecta de manera importante a su salud y una gran variación, 41º por ejemplo, produciría serios problemas. A 42º grados incluso pueden morir las neuronas cerebrales. De la misma forma hay otro valor igual y ése es el «Equilibrio Ácido-Alcalino» del cuerpo. El llamado equilibrio del PH.
Hay una escala establecida que mide cuanto de ácido o alcalino es una sustancia o un medio. La escala va de 0, lo que es muy ácido y produce quemaduras, a 14 lo que es muy alcalino. El 7 es neutral. Ahora bien, diferentes partes de su cuerpo tienen diferentes necesidades de acidez- alcalinidad. Pero la parte más importante, la sangre, ha de estar levemente alcalina, en un valor entre 7´36 y 7´45. La variación de ese valor, como el de la temperatura, producirá importantes desafíos a su sangre, y por tanto a todo el organismo. Éste, puede ser el origen de todas las enfermedades no contagiosas: las de los adultos/ vejez, las degenerativas, las crónicas y muchas de las contagiosas. Para saber que PH tiene nuestra sangre se puede realizar una analítica sanguínea, se puede medir el PH en la orina y también la saliva. Estas dos ultimas no son totalmente exactas, pero si bastante aproximadas.
Si usted ve que los valores de su saliva, su orina y su sangre se mueven hacia el lado de la acidez, sabrá que su cuerpo está comenzando a «echarse a perder». Y hay ciertas cosas que se pueden hacer una vez detecta ciertos patrones fuera de rango. Cuando decimos PH, cuando escuchamos el término PH ácido o PH alcalino, técnicamente significa que medimos átomos (neutrones, protones y electrones). Lo que en realidad necesitamos saber es que cuando es ácido está saturado de protones. Cuando está alcalino hay muchos electrones y los electrones poseen la cualidad de crear un ambiente rico en oxígeno (en un medio bien oxigenado no se desarrollan las enfermedades degenerativas).
Ese ambiente alcalino es lo que permite a los glóbulos rojos tener una carga negativa que hace que «reboten» entre si y logra que no se aglutinen ni se peguen entre sí y así pueden fluir por nuestro cuerpo y hacer que tengamos el oxígeno que nos hace falta. Además, es muy difícil para los microrganismos crecer y desarrollarse en un ambiente rico en oxígeno, en un ambiente «no-ácido», y por lo tanto, permanecen más controlados, más en equilibrio cuando estamos bien oxigenados. Cuando nuestra sangre se acidifica es como dejar ensuciar el terreno y es cuestión de tiempo el que aniden y se desarrollen virus, bacterias, gérmenes y hongos. Alcalinizar debe ser el principal objetivo de todas las personas, sanas o enfermas. Un objetivo permanente y constante durante TODA nuestra vida, ya que de ello dependen los años que vamos a vivir y la calidad que de vida que vamos a tener.
Y aunque parece fácil hacerlo, no lo es tanto el conseguirlo puesto que es un resultado multicausal en el que influyen factores genéticos, ambientales, alimentarios, bioquímicos, sociales, anímicos y psicológicos. Pero ahora es relativamente fácil hacerlo y mantenerlo pues después de muchos años de experimentación práctica y estudio, se ha conseguido dar con una sinergia de elementos totalmente naturales y en una proporción que lo hacen posible, con los sistemas de fabricación modernos.
Los ingredientes básicos para conseguir dicho objetivos pueden ser los siguientes: – Bicarbonato potásico y Bicarbonato Sódico son excelentes en la proporción justa, tanto para alcalinizar como para disolver las piedras de los riñones y la vejiga.
– El Peróxido de magnesio se transforma en el intestino en oxígeno por lo que posee una acción citotóxica sobre la flora bacteriana anaeróbica, por lo que inhibe y reduce la flora intestinal patógena y favorece el desarrollo de los elementos Probióticos que forman el condicionante primario de salud de nuestro organismo. Recomendado para las alteraciones crónicas de mala-absorción, las alteraciones crónicas y el estreñimiento y disbiosis de la flora intestinal. Elemento imprescindible para la implantación posterior de cualquier Bífido, acteria positiva que queramos desarrollar. – Carbonato Cálcico libre de impurezas que penetra fácilmente al torrente sanguíneo y se convierte en bicarbonato de calcio. Ideal para las personas con osteoporosis y aquellos que están en diálisis.
No existe el peligro de exceso de alcalinidad por que el cuerpo se equilibra a si mismo, descargando cualquier exceso de minerales alcalinos a través de la orina y transpiración. Mientras envejecemos, el contenido de bicarbonatos disminuye, así que esto no será considerado como dosis excesiva. Alcalinizar es mejorarlo todo, es «saltarse» los condicionantes y mejorar todas las patologías. Es, el inicio lógico de cualquier tratamiento efectivo y el preventivo racional para la vida moderna que nos ha tocado vivir.
Redactor de Dietética Online.