La Pasiflora (Passiflora incarnata)

Pasiflora
Pasiflora

Pasiflora

Cuando tenemos insomnio, una de las primeras plantas que se nos viene a la cabeza, tras la consabida Tila, es la Pasiflora. Presente en innumerables compuestos de acción relajante, se ha convertido en una de las plantas más famosas para inducir un estado de relajación. A continuación veremos algo más acerca de ella.

La Passiflora Incarnata es una planta trepadora que crece con rapidez y que muestra unas hojas perennes. Llama la atención su flor de color lila con unos llamativos estambres. Sus propiedades se basan en una acción ansiolítica, hipnótica suave, relajante muscular y antiespasmódica (según algunos estudios, ésta última acción es similar a la de la papaverina). Por ello, su uso es común en estados de ansiedad, insomnio, hipertensión arterial, taquicardias, palpitaciones, espasmos gastrointestinales, tos nerviosa, dolores menstruales, contracturas musculares (aconsejable combinar con pomada o emplasto de Árnica) e incluso distonías neurovegetativas asociadas al climaterio.

Pasiflora
Pasiflora

Entre sus contraindicaciones o precauciones, nos encontramos con la evidente incompatibilidad de tomar bebidas alcohólicas durante su uso, también es incompatible con la toma de antihistamínicos, sedantes e hipnóticos. Se recomienda no usarla durante el embarazo, si bien la concentración de alcaloides en la mayoría de los productos es prácticamente indetectable. Igualmente sucede con la lactancia y la infancia, recomendándose en dichas situaciones recurrir a sedantes de menor intensidad.

Es necesario recordar, que como todo producto con efecto sedante, la somnolencia que puede derivarse de su uso, debe ser tenida en cuenta si se van a realizar actividades como la conducción o cualquier otra que pueda entrañar un riesgo si la concentración no está en niveles normales.

Su dosificación es la siguiente:

Infusión: una cucharada de postre por taza tres veces al día. Extracto fluido (1:1): 30-50 gotas de tres a cinco veces al día. Tintura (5:1): 0,3 a 1 g al día. Jugo de planta fresca: 2,5 ml. tres veces al día.

En su vertiente homeopática, se usa de manera similar a la fitoterapia, siendo uno de los principales remedios contra el insomnio de cualquier etiología, pero especialmente el causado por excitación nerviosa, preocupaciones y exceso de trabajo mental. Tiene también especial acción en niños nerviosos que presentan cuadros convulsivos, durante la dentición y en convulsiones de origen parasitario.

Como en cualquier sedante, es recomendable su uso en tratamientos discontinuos y siempre bajo una supervisión profesional que esté tratando el problema de fondo, ya que la ansiedad y el insomnio son síntomas de una alteración del sistema nervioso que debe ser equilibrado.

Por Rafael Sánchez
Naturópata
Madrid

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