Un buen muesli aporta nutrientes indispensables y energía para toda la jornada. También regenera la flora intestinal y protege el corazón. Si lo haces tú mismo, podrás disfrutar de ingredientes de la mejor calidad y adaptados a tus necesidades.
Un muesli se puede componer de mil maneras, pero en todos hay fruta fresca o deshidratada; leche, yogur o bebidas vegetales; semillas o frutos secos; y cereales, generalmente en copos.
Estos ingredientes encajan con lo que sería un desayuno ideal y además constituyen un plato con un índice glucémico bajo, pero que aporta glucosa de manera constante.
Parte del secreto está en la fibra
La fibra insoluble, como tiene el efecto de ablandar y aumentar el volumen de las heces, regula el tránsito intestinal. Por otra parte, al incluir manzana, pera o plátano, ricos en pectina, se potencia esa reconocida propiedad del muesli para reducir los niveles de colesterol. Esta fibra tiene un efecto desintoxicante, ya que favorece la eliminación de metales pesados (mercurio, plomo o cadmio).
Como la mayor parte de la pectina se halla en la piel, lo ideal sería incluir la manzana u otras frutas sin pelar y de agricultura biológica. Los copos de maíz también aportan una considerable cantidad de esta fibra soluble.
La mezcla de cereales integrales y fruta fresca tiene, además, un beneficioso efecto sobre la flora intestinal porque aporta la materia prima que esta necesita para regenerarse. Y ese beneficio –tan importante para una buena digestión y asimilación de nutrientes– se puede potenciar preparando el muesli con fermentos lácteos como el yogur o el kéfir.
Reconstituye y protege
Otro de los beneficios del muesli es su gran poder reconstituyente, idóneo para personas que realizan actividad física, estudiantes, embarazadas y niños.
Los cereales integrales aportan vitaminas del grupo B, que como son hidrosolubles y el cuerpo no las puede almacenar, debemos ingerir a diario. Estas vitaminas son esenciales para obtener la energía de los alimentos y fortalecen el corazón y la inmunidad. La antoxidante vitamina E la recibimos de frutos secos como las nueces o almendras, pero también de semillas y cereales integrales. Este poder antioxidante se ve multiplicado por la provitamina A y el selenio de los copos de avena crudos.
Cualquier muesli es rico en hierro, calcio, fósforo, cobre y magnesio, cuyas propiedades se potencian si incluimos semillas de lino o de sésamo, germen de trigo o polen.
Está especialmente recomendado…
Si sufres problemas de azúcar: si evitas edulcorantes como el azúcar, el muesli posee un índice glucémico bajo y es bien tolerado por los diabéticos. Para endulzarlo se pueden emplear uvas pasas u otras frutas deshidratadas.
Si tienes ya una edad: el muesli posee un efecto rejuvenecedor. Las vitaminas antioxidantes E y la provitamina A, así como el selenio son las responsables, junto a la pectina de la manzana. Asimismo, su riqueza en calcio y magnesio, sobre todo si se prepara con leche de almendra o de sésamo, previene la osteoporosis.
Para proteger el corazón: la fibra vegetal, los antioxidantes y los ácidos grasos de los frutos secos y semillas, actúan en sinergia contra los accidentes cardiovasculares.
Como aliado frente al cáncer: todas las fórmulas de muesli son recomendables, pero especialmente la receta crema Budwig. Johanna Budwig (nominada al premio Nobel de medicina) descubrió que la mezcla de requesón bajo en grasa, aceite de lino y cereales aporta al organismo una inyección de ácidos grasos esenciales de gran asimilación que, al favorecer la respiración celular, es eficaz en el tratamiento del cáncer y otras dolencias degenerativas.
Esta fórmula fue complementada por la Dra. Katherine Kousmine, añadiendo zumo de limón, semillas oleaginosas y fruta de temporada..
Ante problemas digestivos: un estudio del Hospital Clínico San Carlos (España) apunta que el muesli puede ayudar a combatir los problemas relacionados con la bacteria Helicobacter pylori.
Fuente cuerpomente.com
Naturópata