Esta planta es conocida por la irritación inmediata que produce cuando la piel entra en contacto con ella. A pesar de ello posee extraordinarias propiedades terapéuticas conocidas desde hace mucho tiempo.
Nombre científico: Urtica urens L // Urtica dioica
Nombres comunes: Ortiga picante, ortiga menor, ortiga mayor
Acciones
Hojas: Tónica, antianémica, depurativa, diurética (favorece la eliminación de cloruros, ácido úrico y urea), astringente en afecciones cutáneas y mucosas, colagoga, hemostática, ligeramente hipotensora y hipoglucemiante.
Raíces: antiinflamatorio, astringente
Semillas: galactogogo, astringente y emoliente
Partes que se usan: hojas, raíces y semillas
Hojas: histamina, acetilcolina, clorofila (antianémica), hierro, silicio, calcio, potasio, manganeso, azúfre, provitamina A, mucílagos, serotonina.
Raíces: fitosteroles, ceramidas, polifenoles
Semillas: mucílagos, proteínas, ácido lenólico
Las hojas contienen abundante clorofila, el colorante verde del mundo vegetal, cuya composición química es muy similar a la de la hemoglobina que tiñe de rojo nuestra sangre.
Son muy ricas en sales minerales, especialmente hierro, fósforo, magnesio, calcio y silicio, que las hacen diuréticas y depurativas.
Contienen también vitaminas A, C y K, ácido fórmico, taninos y otras sustancias , que en su conjunto hacen de la ortiga una de las plantas con más aplicaciones medicinales:
Depurativa, diurética y alcalinizante: Indicada en caso de afecciones reumáticas, artritismo, gota, cálculos renales, arenillas en la orina; y, en general, siempre que se precise una acción depurativa y diurética.
La ortiga tiene una notable capacidad para alcalinizar la sangre, facilitando la eliminación de los residuos ácidos del metabolismo relacionados con todas esas afecciones.
Anemica: Se usa en las anemias por falta de hierro o por pérdida sanguínea. El hierro y la clorofila que abundan en la ortiga, son estimulantes de la producción de glóbulos rojos. La ortiga conviene también en los casos de convalecencia, desnutrición y agotamiento, por su efecto reconstituyente y tonificante.
Vasoconstrictora (Contrae los vasos sanguíneos) y hemostática (detiene hemorragias): Indicada especialmente en las hemorragias nasales y uterinas. Muy útil en casos de menstruación abundante.
Digestiva: Da buenos resultados en los transtornos digestivos debidos a atonía o insuficiencia de los órganos digestivos. La ortiga contiene peqeñas cantidades de secretina, una hormona que producen determinadas células de nuestro intestino, la cual estimula la secreción de jugo pancreático y la motilidad del estómago y de la vesícula biliar. Esto explica que la ortiga facilite la digestión y mejore la asimilación de los alimentos.
Astringente: Se ha usado con éxito para calmar las fortísimas diarreas del cólera. Es útil en todo tipo de diarreas, colitis o disenteria.
Hipoglucemiante: Las hojas de ortiga hacen bajar el nivel de azúcar en sangre .
Galactógena: Aumenta la secreción de leche de las madres. Así resulta recomendable durante la lactancia.
Emoliente: Por su efecto suavizante, se recomienda en las afecciones crónicas de la piel, especialmente los eccemas, las erupciones y el acné.
La ortiga también se utiliza en la industria cosmética sobre todo para el cuidado del cabello, ya que es ideal para tratar problemas capilares como la caspa o el exceso de sebo que pueden producir la caída del pelo además de picores y otras molestias.
Para estos casos, conviene lavar el pelo con infusión de ortiga, a la que se le puede añadir manzanilla o romero.
La ortiga es muy nutritiva y se puede consumir fresca, cocinada como cualquier otra verdura, pero para el tratamiento de dolencias es recomendable realizar infusiones y tomar al menos 3 vasos al día para apreciar su efectividad.
Naturópata