Las Esencias Florales del Dr. Bach Las esencias florales son preparados con los cuales tratamos a la persona y no al síntoma o la enfermedad. Observamos como es dicha persona y si tiene un padecimiento, analizamos lo que siente, y lo identificamos con una o varias flores. Ello, nos puede conducir a cortar la raíz de su malestar, yendo directamente a la causa que lo provocó. Se trata pues, de rescatar o recuperar lo que la persona es en esencia, utilizando las flores para los estados de ánimo, de la misma manera que utilizamos las plantas para restituir nuestro cuerpo físico, y devolverle el equilibrio natural. El Doctor Bach reunió los 38 remedios florales en 7 grupos principales: Para el temor: Álamo temblón: Para sentimientos y miedos vagos y desconocidos que causan aprensión y presagios ansiosos. Castaño rojo: Para quienes temen excesivamente por la seguridad y bienestar de las personas que le rodean: Hiperansioso y temeroso. Cerasifera: Para los pensamientos irracionales y el temor a perder la cabeza y el control de alguna situación. Heliantemo: Para el terror, el pánico, las pesadillas y otros temores de naturaleza aterrorizante. Mímulo: Para quienes tienen miedo y carecen de coraje. Para los temores cotidianos y conocidos, así como para los vergonzosos y tímidos. Para quienes sufren de incertidumbre: Aulaga: Para quienes han perdido la esperanza de estar bien, o de que la causa de su desesperanza vuelva alguna vez a la normalidad. Son pesimistas y sólo ven el resultado negativo. Avena silvestre: Para quienes se hallan en una encrucijada de la vida y no saben que dirección tomar. Tienden a sentirse insatisfechos y no realizados con lo que han conseguido, y tienen la ambición de hacer algo de valor. Ceratostigma: Para quienes buscan la opinión y la confirmación de los demás, no confiando en sus propias decisiones, juicio o intuición. Genciana: Para la depresión producida por una causa conocida. para los contratiempos que causan desánimo o desazón. Hojarazo: Para quienes creen no tener la fuerza suficiente como para abordar el día que se inicia o la tarea que tienen enfrente. Quienes aplazan y dejan las cosas “para mañana” . Sclerantus: Para los indecisos, que debaten los pros y los contras de cada situación, dudando: << ¿Deberé, no deberé?>>. Falta de interés por las actuales circunstancias: Brote de castaño blanco: Para quienes cometen el mismo error una y otra vez, necesitando aprender mejor de las experiencias pasadas. Castaño blanco: Para los pensamientos, ideas, razonamientos, etc., que a veces obsesionan, ocupando la mente e interfieren con el descanso y la paz mental. Clemátide: Para los olvidadizos, despistados, a menudo soñolientos, un poco fantasiosos y que tienen necesidad de concentrarse en lo que están haciendo. Escaramujo. (Rosa silvestre): Para quienes se hallan desmotivados y resignados con todo cuanto sucede. No interesados en cambiar: “felices” con la vida tal como es. Para la apatía y la resignación o los sentimientos de enranciamiento. Madreselva: Para aquellos cuyos pensamientos permanecen anclados en el pasado a expensas de su disfrute del presente: cuando la mente se recrea en los recuerdos felices, revive algún incidente desagradable o añora el modo en que solían ser las cosas. Mostaza: Para la depresión sin motivo aparente. Una felicidad que desciende y luego vuelve a elevarse como una nube pasajera, pero sin causa identificable. Olivo: Para el cansancio, la fatiga, el agotamiento. Cuando se ha estado trabajando, estudiando o concentrado duramente, sintiéndose agotado como resultado. Para la soledad: Brezo: Para quienes necesitan compañía y compañerismo. Hablan mucho y requieren la atención de una persona el mayor tiempo posible, a la par que entran en detalles sobre sus problemas y su vida personal. Impaciencia: Para los inclinados a la impaciencia y la irritación ante la lentitud. Quieren que las cosas se hagan deprisa, y, en consecuencia, están apresurados ellos mismos. Violeta de agua: Para las personas reservadas, independientes y dignas que disfrutan de la paz y la tranquilidad. Pueden quedar aisladas por su necesidad de intimidad, y pueden en consecuencia parecer distantes o inaccesibles. Hipersensibilidad a influencias y opiniones: Acebo: Para las personas que sufren tortura interna. Para el tormento relacionado con sospecha, ira, celos, etc. Agrimonia: Para quienes ocultan sus sentimientos detrás de un rostro alegre. Centaura: Para quienes son amables y de buena naturaleza, pero en su ansia por agradar a los demás, les resulta difícil decir "No", y a veces son dirigidos por personalidades más fuertes. La esencia destapa la fuerza y el carácter. Nogal: El remedio para el cambio y cualquier periodo de ajuste en el que se pueda sentir desasosiego, y para quienes son influenciados o distraídos por las interferencias de otras personas. Para el abatimiento o la desesperación: Alerce: Para quienes carecen de confianza en sus capacidades: los que no creen en ellos mismos, tienen miedo a fracasar, y por lo tanto, no lo intentan. Castaño dulce: Para aquellos momentos de desesperación extrema; una angustia desconsoladora a la que no se le ve el fin. Estrella de belén: Para el choque, los efectos de las malas noticias, duelos, pesares y lamentos. Manzano silvestre: Remedio limpiador para quienes no se gustan a sí mismos. A menudo, los pequeños detalles, los convierten en un gran problema. Olmo blanco: Para quienes suelen tener confianza en ellos mismos, pero a veces la presión y responsabilidad de la vida, o el trabajo, les resulta demasiado grande para afrontarlos y a menudo tienen sensación de agobio Pino: Para quienes se sienten culpables y se critican a si mismos, incluso por algo que no fue culpa suya. A veces, tienen necesidad de auto castigo para liberarse de dicha sensación. Roble: Para quienes tienen una fuerza interior que nunca se rinden y siguen adelante en la vida a pesar de sus trampas. Para éstas personas su dificultad está en descansar y pueden padecer dolores físicos y de estrés. Sauce: Para el resentimiento o la amargura. Para quienes les resulta difícil olvidar y perdonar, absorbidos en la negatividad de sus propias desgracias. Excesiva preocupación por el bienestar de los demás: Achicoria: Para quienes tienen tendencia a crearse dependencias sentimentales. A veces imponen su amor a otros de forma posesiva o sobre protectora. Fácilmente son dañados cuando se les desaira Son personas que en el fondo pueden tener mucha necesidad de amor y al mismo tiempo una gran capacidad de entrega por el bien de otros seres. Verbena: Para quienes se inflaman con la injusticia. Hablan para dar a conocer su punto de vista, tratan de persuadir a otros a creer en lo que dicen. Trabajan dura y entusiasmadamente en cualquier proyecto en que se embarcan y son proclives a volverse tensos y muy estresados. Vid: Para quienes son de naturaleza fuerte y dominante. Los líderes que están tentados a utilizar su posición y fuerza para controlar a otros, sin advertir los sentimientos o preferencias de éstos, exigiendo la obediencia y aceptación de sus órdenes. Haya: Para quienes encuentran difícil tolerar o entender el modo que tienen otras personas de hacer las cosas, y son por consiguiente críticos y fácilmente irritables. Agua de roca: Para quienes son estrictos consigo mismos, se exigen altas normas y objetivos y demandan la perfección de sus esfuerzos. Remedio rescate: El compuesto para las emergencias: los accidentes, los nervios de los exámenes, las malas noticias, etc... Sus propiedades relajantes y reconstituyentes en todos los aspectos son reconfortantes en casos de crisis. |