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Cólicos del lactante. Artículo informativo. Autor: Rafa Sánchez

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Cólicos del lactante

Resulta muy habitual entre los padres, las consultas acerca de los cólicos de los hijos lactantes.

Evidentemente se trata de una situación que, si bien no reviste gravedad alguna, resulta desagradable tanto para los padres como evidentemente, para el bebé.

Colicos del lactante

El cólico del lactante se define como un espasmo o contracción dolorosa del intestino en un bebé en época de lactancia.  Suele aparecer repentinamente entre las dos semanas y los cuatro meses primeros de vida y los sufren el 30-40% de los lactantes. Tienen una especial incidencia por las tardes y un período de evolución de unas dos o tres horas. La crisis cesa tan repentinamente como ha empezado.

Los síntomas que nos hacen pensar en que el bebé está teniendo un cólico pasan por un llanto paroxístico (que puede durar dos o tres horas al día y unos tres días a la semana), a la vez el bebé se muestra inquieto, molesto, irritable y agitado siendo prácticamente imposible tranquilizarlo hasta que la crisis haya cesado. De la misma manera, se suele acompañar con flexión rodillas sobre el abdomen, vientre hinchado y congestión de cara y a veces del cuerpo.

CAUSAS

Existen diversas teorías que pretenden dar explicación al motivo por el cual se producen dichos espasmos intestinales.

Lo primero que debemos pensar en un cuadro de cólico de lactante, es que puede existir una hipersensibilidad a los alimentos que está tomando. Evidentemente en el caso de estar siendo amamantado por su madre, es muy difícil, si bien no imposible, que esto se produzca. En caso de estar siendo alimentado con leches maternizadas, podemos pensar que los componentes de ésta le pueden producir dichas molestias, por lo cual lo primero que se debe hacer es probar con otra leche, ya que esto en algunas ocasiones, termina con el problema o bien lo suaviza considerablemente. Debemos tener en cuenta que muchos niños tienen una intolerancia desde sus primeros momentos de vida a la proteína de la leche de vaca, por lo que este punto se muestra relativamente posible.

Otra de las causas que se apuntan como causantes de los espasmos es una hipermotilidad intestinal, esto es, un exceso de movimiento por parte del intestino. Salvo que el pediatra que trata al niño considere lo contrario, no precisa tratamiento médico y con el paso del tiempo las crisis desaparecen.

Colicos del lactante

Dos factores no directamente físicos pueden también encontrarse entre las causas. Uno de ellos es la existencia de problemas psicosociales en los padres o en la familia que vive con el niño. Entre ellos podemos encontrar a padres demasiado nerviosos, ansiosos, inseguros tanto en su vida como en su trato al bebé y con facilidad para sentirse agobiados, y el otro se centra en problemas de interacción de los padres con el niño, en los que podemos encontrar, tanto una atención deficiente como un trato inadecuado.

Pero quizá el factor principal en el que se debe pensar cuando un niño tiene cólicos es la inmadurez intestinal. Debemos recordar que cuando un niño nace, casi todos sus órganos ya están funcionando excepto los pulmones, que lo hacen rápidamente, el cerebro, que se desarrollará durante toda su vida, y el sistema digestivo, que se irá desarrollando durante los primeros meses de su vida y en que debemos poner una especial atención.

Algunos estudios apuntan a que la causa real de los cólicos no son los gases, sino cualquiera de las anteriormente descritas. Éstas provocan el llanto, el cual a su vez hace que el sistema digestivo se llene de gases y se produzca el dolor y consecuentemente, el llanto. Al llorar, de nuevo se introducen gases y nos encintramos entonces inmersos en un círculo vicioso.

Sin embargo se puede aducir que la mayor parte de las crisis se alivian con la expulsión de gases y que tras ello el llanto cesa, por ello más bien se diría que son los propios gases los causantes.

AYUDAS

Existen varios tipos de opciones en estos casos. Las primeras son las meramente posturales, es decir, colocar al niño en una postura que le resulte más cómoda y menos dolorosa. Para ello se debe colocar boca abajo sobre las rodillas o uno de los brazos. EN muchos casos la simple postura mitiga el dolor, pero es más efectivo aún si se efectúan unos pequeños masajes en la espalda.

Colicos del lactante

En cuanto a los remedios naturales con los que contamos, en este caso hay dos opciones principales, fitoterapia y homeopatía. Personalmente considero más adecuada la segunda para los niños pequeños, ya que carece de contraindicaciones y efectos secundarios, mientras que la primera además de no carecer de ellos, debe ser controlada su dosis por un profesional, habitualmente 1/7 ó 1/6 parte de la dosis indicada para adultos.

En cuanto a fitoterapia, hay profesionales que recomiendan una infusión de Hinojo, Anís Verde y Manzanilla en una concentración muy suave, la cual suele ser bastante efectiva, pero como he apuntado anteriormente, hay que tener mucha precaución con las dosis.

En cuanto a la homeopatía, contamos con Borax, (indicado en casos de diarrea precedida de cólicos, pueden existir aftas en la boca, hinchazón en el vientre y sueño inquieto). Bryonia Alba (para cólicos que empeoran moviendo al niño y mejoran considerablemente con la estaticidad. Los cólicos se producen violentamente tras una defecación con estremecimiento). Y los cuatro grandes policrestos de los cólicos del lactante en homeopatía, que debemos tener siempre a mano si tenemos en casa a un lactante, que son Colocynthis (indicado en cólicos que obligan al niño a doblarse -lo cual le mejora- y en ese estado grita y llora si se le intenta cambiar de posición), Chamomilla (para cólicos que mejoran considerablemente si se le tiene en brazos y se le mece, produciéndose mucha irritación si se queda quieto. El niño tiende a doblarse y gritar -pero no le mejora tanto como Colocynthis- y está peor de noche), Carbo Vegetabilis (especial para todo tipo de gases que pueden cursar con rubor facial congestión venosa e hinchazón del epigastrio) y por último Magnesia Phosphorica (con una indicación similar a Colocynthis pero que también mejora con fricciones en el vientre, con calor local y con una ligera presión en la zona del dolor). Se pueden combinar todos estos remedios a una dilución de 4 ó 5 CH.

En este caso explicaré la forma de utilización, ya que a los niños tan pequeños no se los podemos dar directamente en la boca. Por ello tenemos dos opciones. La primera y quizá la más sencilla es (en caso de que esté tomando leche materna) que la propia madre tome los remedios (tres gránulos de cada uno) cinco minutos antes de darle el pecho. Éstos pasarán rápidamente al niño. La otra opción es poner los gránulos homeopáticos en el biberón y agitarlo 100 veces para que se deshagan e impregnen toda la leche.

En ambos casos se puede administrar tantas veces como sea necesario a lo largo del día, si bien, en casos normales la dosis aconsejada es de tres veces al día.

 

Rafa Sánchez
Naturópata
Colaborador de www.dieteticaonline.es

 

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