Es una planta que ahora está de moda pero ha sido una gran desconocida hasta hace bien poco. El Dr. Nortier, médico y botánico, fue la primera persona que se dedicó a su estudio en profundidad.
Además de contrastar sus propiedades medicinales también experimentó su cultivo ya que era una planta silvestre. Hoy en día ya la podemos encontrar en más de 140 países.
El efecto antialérgico que tiene el rooibos le coloca en un lugar privilegiado. Y es que, a pesar de que desde hace tiempo se conoce la existencia de algunas plantas – como el saúco negro, la eufrasia, la cúrcuma, etc. – que ayudan a paliar algunos síntomas alérgicos (ojos llorosos, tos, etc.) hasta ahora no se había comprobado un resultado tan claro sobre el mecanismo de la alergia como con el té rooibos.
Es capaz de frenar la producción de histamina, una sustancia que las personas con alergias fabrican en exceso.
Principios activos
El Dr. Jörg Zittlau (Rooibos, el té rojo de Sudáfrica, Océano, Barcelona, 2002), biólogo y especialista en medicina deportiva, afirma que contiene más de 200 principios activos, que se han detectado unos 100 aceites esenciales que le proporcionan el aroma y sabor característicos, y que su infusión es beneficiosa en afecciones de tipo alérgico y para frenar procesos biológicos negativos en el organismo:
«Un equipo de científicos japoneses halló en rooibos aspalatina y notofagina, flavonoides responsables de sus efectos antialérgicos, útiles en cólicos por su efecto antiespasmódico y por relajar la musculatura del intestino, y con un efecto inmunomodulador que propicia una respuesta adecuada del sistema inmunológico ante los estímulos de partículas extrañas.
Ambos flavonoides tienen propiedades análogas a la enzima superóxido dismutasa (SOD), presente en el cuerpo humano y que neutraliza los radicales libres superoxidados, causantes de los síntomas de envejecimiento y cáncer».
El Rooibos no contiene teína por lo que su uso está también permitido a niños incluso bebés.
Podemos destacar alguna de sus propiedades:
– Efecto antialérgico.
– Cuida el intestino. Posee efectos beneficiosos frente a trastornos digestivos e intestinales, como diarrea, estreñimiento, gastritis, dolores de estómago, vómitos o náuseas.
– Actúa contra la caída del cabello debido a su alto contenido en minerales (hierro, flúor, potasio, magnesio y zinc) y vitaminas (Vitamina C).
– Posee un alto contenido en antioxidantes.
– Favorece la nutrición general del organismo y al poseer escasos taninos no interfiere en la absorción de hierro.
– Ayuda en los problemas de piel como alergias, irritaciones, urticarias, dermatitis, eczemas y otras afecciones cutáneas.
– Contiene calcio que contribuye al fortalecimiento de los huesos.
– Mejora problemas bucales como: aftas, dolores de garganta, gingivitis o faringitis.
– Es muy eficaz contra los cólicos del lactante, ya que posee propiedades antiespasmódicas. Además la variada composición de minerales supone un complemento ideal para la dieta infantil.
-Rejuvenece la piel.
-Equilibrante del sistema nervioso al no ser excitante, y por aportar minerales como el magnesio, de gran importancia para el sistema nervioso.
– Ayuda a perder peso al ser un diurético suave pero eficaz, ya que equilibra los niveles de potasio y sodio con el fin de no retener líquidos.
– Es una buena bebida deportiva ya que ayuda a reponer las sales eliminadas durante el ejercicio físico.
– Tres tazas de rooibos al día aportan un tercio de la cantidad de hierro requerida a diario, además de otros minerales necesarios para la síntesis de proteínas que intervienen en la formación de glóbulos rojos.
– Ayuda en la salud bucal eliminando bacterias.
– etc.
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