Órgano prodigioso
El hígado trabaja noche y día y es un órgano muy importante el punto de vista metabólico y excretor. Además, funciona como almacén de determinadas vitaminas y minerales e interviene en la producción de hormonas.
Una de las propiedades que caracteriza al hígado y que no poseen otros órganos es su capacidad de regeneración. Podemos perder parte de nuestro tejido hepático por un accidente o una operación, pero al cabo de un tiempo el hígado se regenera y recobra su tamaño normal recuperando la parte perdida.
El hígado como protector de bilis
El hígado de un adulto produce de 0,7 a 1,0 litro diario de bilis. La bilis desempeña una importante función, interviniendo de manera crucial en la digestión de las grasas, pues las emulsiona de forma tal que las enzimas del páncreas puedan luego disociarlas.
Qué alimentación es la más adecuada
No sólo los enfermos del hígado sino todos deberíamos tratar de alimentarnos con productos naturales, a poder ser de origen ecológico, libres de restos de pes-ticidas, herbicidas y otras sustancias indeseables que fatigan nuestro hígado. Evite los alimentos indigestos y tome muchas frutas y hortalizas crudas que sean fáciles de digerir (zanahorias, manzanas, plátanos, bayas, tomates, ensaladas en general). Evite el exceso de grasas y proteínas animales y los dulces. Preferiblemente utilice fructosa o miel para endulzar.
Qué sustancias son perjudiciales
Además del consumo excesivo de proteínas, o el exceso de alcohol que obviamente debe evitarse, hay también ciertos medicamentos que dañan al hígado. Entre ellos están los fármacos para tratar la tuberculosis, los antibióticos, los anestésicos y los antidepresivos. Algunos anti conceptivos también pueden perjudicarlo. Estos medicamentos deben utilizarse siempre bajo control médico.
Qué relevancia tiene nuestra forma de vida
Mucha. Si uno come siempre a toda prisa, demasiadas proteínas y grasas, duerme poco, fuma mucho e ingiere demasiado alcohol y otras sustancias perjudiciales, muy pronto empieza a notar que estos hábitos no le sientan nada bien a su hígado, y como consecuencia al resto de su organismo.
Los problemas psíquicos, el estrés y la sobreexcitación no sólo afectan al estómago sino también al hígado (¡la función hepática sufre restricciones!).
Curas con Diente de León y Rábano Negro para fortalecerlo
El diente de león y el rábano negro son plantas muy conocidas y aconsejadas por sus propiedades para fortalecer la vesícula biliar, el hígado y toda la función hepática. Habitualmente se utilizan en curas que suelen realizarse durante las estaciones de cambio (primavera y otoño), aunque también pueden resultar muy beneficiosas en otros periodos del año.
Redactor de Dietética Online.