Ginkgo Biloba: Propiedades y Beneficios para la Salud

Los principios activos del Ginkgo Biloba están claramente establecidos en la farmacopea y son cientos los estudios realizados sobre el efecto de estos, especialmente en lo que tiene que ver con su propiedad de ralentizar el envejecimiento cerebral. Los principios activos de las hojas del Ginkgo son: glucósidos flavonoides, quercitina, luteolina, catequizas, resina, aceite esencial, lípidos y terpenos específicos: bilobálido y ginkgólidos A, B y C.

Como suele ser habitual, las virtudes terapéuticas de la planta se deben a la suma de sus principios, más que a uno de ellos por si solo.

Índice de contenidos

¿Qué es el Ginkgo Biloba?

El Ginkgo Biloba es una planta muy conocida por sus beneficios en el organismo. Puede ayudar en enfermedades neurológicas, mentales, patologías y físicas gracias a sus componentes mencionados anteriormente.

Posee gran poder antioxidante y activador de la microcirculación vascular, además también es muy interesante a la hora de buscar una estrategia ante los trastornos en las habilidades mentales.

En Octubre de 1997, el Journal of the American Medical Association publicó los resultados de estudios que demostraban que el Ginkgo mejoraba el rendimiento cognitivo de los pacientes estudiados. Se trataba de pacientes con trastornos mentales, ya fuesen clasificados como Alzheimer o no.

Utilizaron todos los controles imaginables y puntuaron los resultados a base de tres escalas diferentes para asegurarse la precisión en los resultados.

Los investigadores llegaron a pasar a todos los pacientes del grupo placebo a la terapia real y viceversa, a mitad de estudio. No quedaron dudas, el ginkgo detenía el avance de la enfermedad en la mayoría de los casos y, en muchos, se observó una mejoría. Los resultados fueron detectables a los tres meses de tratamiento y notables a los seis meses.

Propiedades

arbol ginkgo biloba

  • Acción vasodilatadora: aumenta el riego sanguíneo disminuyendo las resistencias periféricas en las pequeñas arterias. Compensando así trastornos provocados por la arterioesclerosis.
  • Acción venotónica: tonifica las paredes de las venas, disminuyendo el acúmulo de sangre en ellas, y facilitando el retorno venoso.
  • Acción neuroprotectora: aumenta el flujo sanguíneo cerebral, y como consecuencia el oxígeno y la glucosa disponible en él. Ejerce una influencia positiva sobre los neurotransmisores, agilizando las comunicaciones entre neuronas. Como ya comenté mejora las funciones cognitivas, la atención y la memoria.
  • Acción antioxidante: los bioflavonoides presentes en el Ginkgo son potentes antioxidantes, especialmente a nivel cerebral.

Tradicionalmente, se recomienda en casos de enfermedades cerebrovasculares, mala memoria, falta de atención y concentración, Alzheimer, depresión asociada a la edad, frío en las extremidades, como antioxidante, etc. Siempre bajo la supervisión de un profesional cualificado, especialmente si se están tomando anticoagulantes.

Extraído del libro “Antienvejecimiento con nutrición ortomolecular”, de Felipe Hernández Ramos.

¿Para qué se utiliza?

En general, las hojas de ginkgo biloba se indican para:

  • Mejora la circulación sanguínea: es útil para el tratamiento de hemorroides y varices.
  • Ayuda a aliviar el dolor y pesadez en las piernas.
  • Reduce los vértigos, mareos ocasionales y migrañas.
  • Ayuda a mejorar la memoria y concentración.
  • Contribuye a la mejora de la función cognitiva en demencias degenerativas primarias.
  • Previene problemas cardiovasculares.

¿Cómo se toma?

El Ginkgo Biloba se puede tomar el extracto estandarizado en complementos alimenticios, como cápsulas, comprimidos o en forma líquida. La dosis varía según el problema de los 120 a 240 mg.

También se puede tomar la planta seca en infusión, vertiendo una cucharada sopera por taza de agua. Su tiempo de reposo es de 8 a 10 minutos.

Se recomienda tomar dos tazas en ayunas y combinarla con otras plantas como el rusco, vid roja, cola de caballo, hamamelis, sauce, ajo, etc.

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