Metionina y cisteína, aminoácidos azufrados

 

Imprescindibles para el buen estado de la piel, huesos, tendones y ligamentos

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Los aminoácidos son las unidades más simples que componen las proteínas. Algunos de ellos son esenciales, es decir, han de ser aportados diariamente a través de los alimentos porque el organismo no es capaz de producirlos por sí mismo, mientras que otros no son esenciales, puesto que el organismo sí es capaz de sintetizarlos a partir de otros compuestos químicos.

En el grupo de los aminoácidos esenciales se encuentra la metionina (un aminoácido azufrado), mientras que la cisteína es un aminoácido no esencial, ya que se puede formar a partir del anterior.

Los aminoácidos azufrados se diferencian del resto en que contienen azufre en su composición, de ahí su nombre. Tanto es así que la mayor parte del azufre que se consume en la dieta se encuentra en los aminoácidos azufrados.

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Alimentos de origen animal: carnes, pescado, lácteos y huevos.

Alimentos de origen vegetal: cereales integrales, frutos secos, legumbres, germen de trigo, avena , soja, ajos, cebollas.

La avena contribuye con el 37 por ciento de la dosis diaria recomendada de cisteína y 27 por ciento de la metionina.

Una taza de yogur natural descremado proporciona el 27 por ciento de la dosis diaria recomendada de cisteína y el 47 por ciento de la metionina.

El brócoli al vapor proporciona 7, 3 por ciento de las dosis diaria recomendada de cisteína y el 6,8 de la metionina por cada taza.

Funciones del azufre

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El azufre es un componente de los aminoácidos azufrados. Es un mineral necesario para la formación del colágeno y otros componentes proteicos que forman parte del tejido conectivo, como la queratina que forma parte de la piel, y otros mucopolisacáridos que componen los huesos, los cartílagos, los tendones y los ligamentos.

Por ello, un aporte adecuado de azufre a través de aminoácidos azufrados es esencial para el buen mantenimiento de la piel, el cabello, así como los ligamentos y los tendones.

La formación de estos compuestos es mayor en las épocas de crecimiento y desarrollo corporal (infancia, adolescencia, embarazo), y en situaciones de recuperación de los tejidos después de sufrir lesiones o heridas.

Entonces el metabolismo del tejido conectivo se vuelve especialmente activo con el fin de reparar la lesión corporal.

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