Un estudio demuestra que un suplemento de 7 mg de licopeno mejoraba y normalizaba la función endotelial de los pacientes cardiovasculares .
Al natural o en pastillas.
El tomate es cardiosaludable y ahora, según una investigación de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) basta tomar un suplemento diario de un componente que se encuentra en los tomates para mejorar la función de los vasos sanguíneos en los pacientes con enfermedad cardiovascular.
El compuesto clave, aseguran los investigadores, es el licopeno.
Extraer las «mágicas» propiedades de la dieta mediterránea para poder condensarlas en una pastilla es un anhelo de muchos investigadores. A pesar de que la incidencia de las enfermedades cardiovasculares varía en todo el mundo, en el sur de Europa sigue siendo menor, debido especialmente a una alimentación basada en la dieta mediterránea en la que predomina el consumo de frutas, verduras y aceite de oliva.
Estudios dietéticos recientes, sugieren el papel de esta dieta en prevención primaria -pacientes con alto riesgo cardiovascular- o secundaria –aquellos que han tenido previamente un evento cardiovascular-, al reducir la incidencia de eventos relacionados con la enfermedad cardiovascular, incluyendo el ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Licopeno
Se cree que uno de los componentes de la dieta mediterránea que desempeñan un importante papel en la reducción de este riesgo cardiovascular es el licopeno, un potente antioxidante que es diez veces más potente que la vitamina E. El licopeno se encuentra en los tomates y otras frutas, y su potencia parece aumentar cuando se consume en puré, en salsa de tomate o en presencia de aceite de oliva. Si bien existe una fuerte evidencia epidemiológica para apoyar el papel del licopeno en la reducción del riesgo cardiovascular, todavía no está claro el mecanismo por el que lo hace.
En el estudio que ahora se publica en revista «PLoS ONE» se demuestra un mecanismo por el que el licopeno podría reducir este riesgo. «Hay una gran cantidad de investigaciones que sugieren que la dieta mediterránea -que incluye el licopeno presente en el tomate y otras frutas- es bueno para nuestra salud cardiovascular. Pero hasta ahora, ha sido un misterio cómo lograra este efecto», apunta Joseph Cheriyan.
Los investigadores han realizado un estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, para analizar los efectos del licopeno sobre la función de los vasos sanguíneos, que se denomina ‘flujo sanguíneo del antebrazo’, que se considera un factor predictivo de riesgo cardiovascular. Así, los investigadores evaluaron en 36 con enfermedad cardiovascular y 36 voluntarios sanos recibieron los efectos de ateronon -un suplemento que contiene 7 mg de licopeno- o de un tratamiento de placebo. Ni los pacientes ni los médicos conocían quién tomaba qué.
Los pacientes con enfermedad cardiovascular estaban tomando un tratamiento para el colesterol –estatinas-, pero todavía tenían una alteración en la función del endotelio -la capa interna de los vasos sanguíneos- en comparación con los voluntarios sanos. Dicha función, explican, viene determinada por la respuesta de los vasos sanguíneos en el antebrazo a una molécula de origen natural llamado acetilcolina. La función endotelial predice eventos futuros, de manera que tener un endotelio sano es un factor importante en la prevención de la evolución de la enfermedad cardíaca.
Función endotelial
Y los investigadores encontraron que un suplemento oral de 7 mg de licopeno mejoraba y normalizaba la función endotelial de los pacientes, pero no así en los voluntarios sanos. El licopeno mejoraba el ensanchamiento de los vasos sanguíneos en más de la mitad (53%) en comparación con aquellos que tomaron el placeb. (La constricción de los vasos sanguíneos es uno de los factores clave que pueden conducir a un ataque cardíaco y accidente cerebrovascular). Sin embargo, el suplemento no tuvo ningún efecto sobre la presión arterial, la rigidez arterial o los niveles de lípidos.
«Hemos demostrado que el licopeno mejora la función de los vasos sanguíneos en los pacientes con enfermedad cardiovascular –señala Cheriyan- una información que refuerza la necesidad de que las personas con riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular sigan una dieta saludable». Para Cheriyan, «tomar diariamente la ‘píldora de tomate’ no es en sí un sustituto de otros tratamientos, pero puede proporcionar beneficios adicionales cuando se toma junto con otros medicamentos. Sin embargo, no podemos responder si esto puede reducir las enfermedades del corazón, para ello necesitaríamos ensayos mucho más amplios con el fin de investigar los resultados más detalladamente».
Fuente abc.es
Naturópata